ÂżTe has preguntado alguna vez cĂłmo surge una idea brillante? ÂżDe dĂłnde salen esas chispas de innovaciĂłn que nos hacen ver el mundo de una manera diferente? A todos, en algĂșn momento, nos ha pasado: esa sensaciĂłn de “eureka” al encontrar una soluciĂłn ingeniosa a un problema, o la satisfacciĂłn de crear algo nuevo, algo que antes no existĂ­a. Ya sea inventando una receta de cocina, encontrando una forma mĂĄs eficiente de organizar tu trabajo, o simplemente disfrutando de un momento de inspiraciĂłn artĂ­stica, la creatividad estĂĄ presente en nuestra vida cotidiana, a menudo de forma silenciosa, esperando ser descubierta. Es esa fuerza invisible que nos impulsa a ir mĂĄs allĂĄ de lo habitual, a romper con la rutina y a explorar nuevas posibilidades. No es algo reservado para artistas o genios, sino una capacidad innata que todos poseemos, esperando ser despertada. Pero, ÂżcĂłmo acceder a ella? ÂżCĂłmo nutrirla y fortalecerla?

La creatividad: un duende que juega a las escondidas con el sentido comĂșn.

Esta frase, tan poĂ©tica como certera, nos describe perfectamente la naturaleza elusiva de la creatividad. A veces, se nos presenta de forma inesperada, como un regalo caĂ­do del cielo. Otras veces, parece esconderse deliberadamente, resistiĂ©ndose a nuestras llamadas. El «sentido comĂșn», esa lĂłgica pragmĂĄtica que nos guĂ­a en la vida diaria, puede ser a la vez un aliado y un obstĂĄculo. Nos proporciona una base sĂłlida, una estructura sobre la que construir, pero tambiĂ©n puede limitar nuestra visiĂłn, encerrĂĄndonos en patrones de pensamiento rĂ­gidos y predecibles. El duende de la creatividad, en cambio, se deleita en lo inesperado, en lo inusual, en lo que se sale de la norma.

Para encontrar a este escurridizo duende, necesitamos cultivar un espacio mental donde la imaginaciĂłn pueda fluir libremente. Esto implica desconectarnos de la presiĂłn del resultado, permitirnos experimentar sin miedo al error, y aceptar que no todas las ideas serĂĄn brillantes. Practicar la curiosidad, observar el mundo con ojos nuevos, buscar inspiraciĂłn en diferentes fuentes, explorar nuevas disciplinas
 todo esto ayuda a alimentar nuestra capacidad creativa. Piensa en un niño jugando: su imaginaciĂłn no conoce lĂ­mites, su capacidad para crear mundos fantĂĄsticos es asombrosa. Recuperar esa espontaneidad infantil, esa libertad de pensamiento sin juicios, es clave para liberar el potencial creativo que llevamos dentro. A veces, simplemente dejar de pensar demasiado y dejar que las ideas fluyan de manera natural, es la mejor estrategia para que el duende se manifieste.

En definitiva, la creatividad no es un talento innato y exclusivo, sino una capacidad que se puede desarrollar y fortalecer con prĂĄctica y dedicaciĂłn. Es una herramienta invaluable para resolver problemas, para innovar, para expresarnos y para enriquecer nuestras vidas. Reflexiona sobre tus propias experiencias con la creatividad. ÂżCĂłmo has cultivado tu duende interior? ÂżQuĂ© tĂ©cnicas o estrategias te han resultado Ăștiles? Comparte tus ideas, tus experiencias, y tus secretos para despertar al duende que todos llevamos dentro. El camino hacia la creatividad es un viaje continuo, lleno de descubrimientos y sorpresas, asĂ­ que ÂĄa jugar a las escondidas con el sentido comĂșn!

Photo by KHALIL MUSA on Unsplash

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